La Secretaría de Estado ha establecido que de ahora en adelante el único título honorífico de “monseñor” será el de “Capellán de su Santidad” y que será atribuido a los sacerdotes de más de 65 años de edad y ya no más, como en el pasado, a los de 35 años en adelante. El título seguirá siendo utilizado, entre otros, para los obispos y en las Oficinas de la Curia Romana.
La misión, en su esencia y verdad, y no el halo de prestigio que se deriva. Es la enseñanza que resulta y que es particularmente querida al Papa Francisco, de esta reciente disposición de la Secretaría de Estado que, mediante una carta circular enviada a las nunciaturas, pide que se informe a los obispos “que de ahora en adelante en las Diócesis el único ‘título eclesiástico’ honorífico que será concedido (y al que corresponderá el apelativo de ‘monseñor) será el de ‘Capellán de Su Santidad’, y será atribuido solamente a los sacerdotes que hayan cumplido los 65 años de edad”.
El uso del apelativo, prosigue la directiva, permanece en cambio “invariado” cuando esté “relacionado a ciertos oficios importantes”, como el de obispo o de vicario general de la diócesis. Y ninguna variación interesará al respecto en el seno de la Curia Romana, tanto por lo que concierne a los títulos, cuanto por el uso del apelativo de “monseñor”, “estando relacionado –se precisa– con los oficios encomendados y el servicio desarrollado”.
Esta norma, aclara la Secretaría de Estado, “no tiene efecto retroactivo”, por lo cual quien haya “recibido el título precedentemente lo conserva”. Además, la disposición no introduce novedades por lo que respecta a las condecoraciones pontificias para los laicos.
“Se ha observado justamente –se lee al final de la nota informativa– que ya el Papa Pablo VI, en 1968, había reducido a tres (con respecto a los precedentes, más numerosos) los títulos eclesiásticos honoríficos. La decisión del Papa Francisco se coloca, por lo tanto, en la misma línea, como ulterior simplificación”.
Fuente: Radio Vaticano, 8 de enero de 2014