Gran conmoción está causando estos días entre los católicos de Estados Unidos la visita del Cardenal Ernest Simoni a Nueva York. El purpurado fue presentado en su Twitter ante los feligreses neoyorquinos por el arzobispo de la ciudad, el Cardenal Timothy Dolan, así: “Tengo el honor de presentarles desde mi casa al Cardenal Ernest Simoni, de Albania. Él fue creado Cardenal por el Papa Francisco hace tres años, en reconocimiento del sufrimiento que padeció bajo los comunistas”.
El Cardenal Dolan explicó que el Cardenal Simoni “era un sencillo y trabajador sacerdote en Albania cuando el Papa Pablo VI pidió que se ofrecieran Misas por el alma de John F. Kennedy luego de su asesinato. Él ofreció la Misa por Kennedy y lo encerraron”.
El Arzobispo de Nueva York recordó que el régimen comunista de Albania puso al P. Simoni “en un campo de trabajo, en una prisión. Sobrevivió, él dice que fue con la ayuda de Jesús y María, y luego el Papa Francisco lo hizo cardenal para reconocerle el hecho que sufrió mucho por la fe”.
El Cardenal Dolan llamó “confesor de la fe” al Cardenal Simoni, ya que fue alguien que vivió “la fe en un ambiente donde hay persecución, y eso es lo que hizo mi hermano cardenal”.
Emocionó hasta las lágrimas al Papa Francisco
El Papa Francisco causó sorpresa al entregar la púrpura cardenalicia al presbítero Ernest Simoni el 19 de noviembre de 2016. Francisco escuchó su testimonio de persecución bajo la dictadura comunista durante su viaje a Tirana (Albania) en 2014, y se emocionó tanto que le hizo llorar.
Según dijo estos días en Nueva York el Cardenal Dolan, “me contaron que cuando estuvo con el Cardenal Giuseppe Betori, Arzobispo de Florencia, los niños le preguntaban por qué el Cardenal Simoni usaba esa ropa de color rojo. El Cardenal Betori les dijo que es porque un cardenal debe estar dispuesto a derramar su sangre por la fe. Este hombre (el Cardenal Simoni) derramó su sangre no al punto de morir, sino que pudo seguir viviendo. ¡Te amamos mi hermano!”
En italiano y dirigiéndose al Cardenal Simoni, el Cardenal Dolan dijo: “Gracias por tu visita. Gracias por el don de los albaneses aquí en el país. Ellos realmente son un don. Gracias”.
El cardenal Ernest Simoni
Ernest Simoni nació en un pueblo de Albania en 1928 y fue ordenado sacerdote en 1956. El 24 de diciembre de 1963, al concluir la Misa de Vísperas de Navidad, cuatro oficiales le presentaron el decreto para su arresto y fusilamiento. Fue esposado y detenido. En el interrogatorio le dijeron que sería ahorcado como un enemigo porque dijo al pueblo “que moriremos todos por Cristo de ser necesario”. En aquel momento llevaba 8 años de sacerdocio. Después del juicio fue condenado a muerte, aunque la pena le fue conmutada por prisión. En la cárcel fue torturado y cumplió 17 años de prisión. Las torturas lo dejaron muy mal. Sin embargo, “el Señor quiso que continuara viviendo”, recordó el Cardenal Simoni.
Después fue enviado por nueve años a trabajos forzados, hasta la caída del régimen en 1990. Sus trabajos no eran los más agradables: “He trabajado en los canales de aguas negras y durante el periodo de prisión he celebrado la Misa, he confesado y distribuido la comunión a escondidas”, recordaba.
Durante todo este periodo no dejó de ejercer su ministerio, pues se convirtió en el padre espiritual de muchos prisioneros, celebró la Misa clandestinamente y distribuyó la comunión y confesó en secreto.
El periodista Mimmo Muolo, del periódico italiano Avvenire, escribió el libro Don Ernest Simoni relatando la vida del cardenal.
Con informaciones de Aciprensa, de Wikipedia y de otras fuentes.