Vida Sacerdotal - Naturaleza de la vocación del sacerdote

La vida del sacerdote

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Si ya eres sacerdote, nunca tu vida será sin sentido, ni un fracaso, ni un error.

Es irrevocable, porque se funda en la Palabra irrevocable de Dios.

Púlpito. Catedral de Lyon (Francia)
Púlpito.
Catedral de Lyon (Francia)

Será fiel, incluso si percibes tu infidelidad, porque se funda en la fidelidad de Dios.

Será fecunda, incluso cuando la vivas en la esterilidad aparente, porque se inscribe en la fecundidad del sacrificio de Cristo.

Estará al servicio de todos los hombres, porque tu acción no tiene por límite tu propia y pobre capacidad de obrar, sino que se inscribe en la acción de Dios que obra a través de toda la humanidad y de todos los pueblos que ha unido a la Iglesia.

Será fuente de alegría, incluso cuando estés en la tristeza, sufriendo la pasión de Cristo, porque eres el instrumento y el mensajero de la alegría de Dios. Por medio de ti, Dios quiere difundir su Espíritu que es la Alegría del mundo.

Será santidad, a pesar de tus pecados, porque, perdonado sin cesar, serás el instrumento de la santificación y de la santidad que Dios difunde en el mundo.

Perdonarás con el perdón de Dios, alimentarás con la Carne de Cristo a los hombres hambrientos, llevarás su Palabra que se hace carne en tu propia palabra. Darás su espíritu al que quiere habitar por su Espíritu en las profundidades de tu alma.

Hermano, ¡Alégrate de ese camino abierto ante ti!

 

Jean Marie Lustiger es Cardenal Arzobispo emérito de París (Francia)

Fuente: Ecclesia Digital, 14 de junio de 2005

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Extracto de un discurso del Papa.